viernes, 10 de octubre de 2008

"Ausencia de Malicia" (Sydney Pollack)

Análisis de película

Quisiera citar para este análisis al libro Técnicas de Investigación del periodista Daniel Santoro. Me referiré particularmente al capítulo 4 dónde uno puede encontrar los pasos de debió seguir la periodista Megan Carter (Sally Field) y las posibilidades con las que se puede encontrar una investigación periodística como esta. El autor empieza recomendando trazar una estrategia antes de salir a investigar. Luego deberíamos organizar el orden de las fuentes a las que acudiremos ya que no debe ser al azar porque podríamos perjudicar el proceso de investigación cerrándonos las puertas antes de tiempo. Lo evidenciado en la película fue conseguir la información como viniesen los datos, cayendo en el error de publicar una filtración de falsa información.

Al respecto, el autor también advierte a los investigadores del cuidado que se debe tener con lo que él denomina “filtraciones dirigidas” las cuales son informaciones circulantes deliberadamente por distintos grupos de interés y que generalmente cargan información sesgada o totalmente falsa. Estas suelen aparecer en campañas electorales o para desprestigiar a algún político o periodista luego de publicar algún destape, por ello es recomendable optar por ir cerrando los círculos que rodean al investigado, llegando finalmente a él y buscar su declaración al respecto por una cuestión de profesionalismo y ética. Siempre cuidando el evitar ser censurados antes de la publicación. En este caso se comete justo ese error: vemos al investigado, Michael Gallagher (Paul Newman), reclamando al periódico textualmente: “¿por qué no me preguntan a mí, antes de escribir lo que ellos dicen?” a lo que se excusan diciéndole que trataron de localizarlo. En otra escena Gallagher le dice a la periodista: “Tú no escribes la verdad, tú escribes lo que la gente dice u lo que oyes por casualidad, escuchas intencionalmente. No te cruzas con la verdad tan fácilmente. Tal vez es solo lo que piensas o lo que sientes.” Lo que termina casi describiendo la actuación profesional de Meg Carter.

Por ello el autor recomienda de manera imprescindible, luego de escuchar u obtener sus fuentes, tener en cuenta, y si es posible, formular estas interrogantes:

· ¿Qué motivos tiene para brindarnos esa información?
Para descartar posibles actos de venganza, intereses, dinero; o evidenciar un simple deseo de cumplir su deber cívico.

· ¿Cómo le constan los datos?
Para ir corroborando la relevancia de su versión y así descartar que no se haya enterado por un tercero o su afirmación sea una simple suposición personal.

Respecto al manejo de las fuentes, recomienda mantener un distanciamiento profesional de las fuentes tanto para poder obtener la información pero también teniendo la libertad para poder hacer público, y sin cortapisas, la información obtenida. En resumen es recomendable no crear una relación de amistad con las fuentes. Una vez más la periodista incumplió con esta norma profesional vinculándose románticamente con el investigado; sin embargo no perjudicó una posible publicación en contra de éste.

El autor también estimula al periodista de investigación a la búsqueda de nuevas fuentes conocedoras de lo que se trate de desentrañar. Fuentes que aun no se haya probado su confiabilidad, denominadas fuentes no habituales, como en este caso Teresa Perrone (Melinda Dillon), quien era a su vez una fuente privada (aquellas que a veces no pueden o no deben ser identificadas por su seguridad por lo que suelen solicitar un off the record para brindar declaraciones) Estas fuentes anónimas no deben ser reveladas ni a nuestro editor ni a nadie, a no ser excepciones como que la democracia o la vida de una persona estén en peligro, o en el caso que la información que nos haya dado sea fraudulenta y la intención del informante haya sido únicamente utilizarnos. Sin embargo en este caso se hizo un mal uso de esta fuente, y se puso en evidente peligro su vida, hasta el punto de producir su muerte.

Sobre el uso de cámaras y micrófonos ocultos, que también sucede en la historia, recomienda que estos medios sean empleados solo en casos extremos y cuando se haya agotado los métodos tradicionales de obtención de información, ya que se puede incurrir en una falta a la privacidad, la cual es ilegal. Si se llegase ha hacer uso de estos medios, debe estar explicito en el artículo.
Finalmente este método también es considerado una cuestión correspondiente a la ética profesional.

Finalmente quisiera citar textualmente dos frases relevantes e idóneas, que resumen el papel de la ética en el ámbito profesional, en este caso, periodístico. La primera del libro mencionado, donde el autor cita al lingüista Van Dijk, quien sostiene que:

“La noticia no es el hecho en sí mismo, sino una elaboración que se hace de él. La realidad no es la que aparece en los diarios, sino mas bien los diarios construyen una parte de la realidad.”

Sin embargo, como vimos en la película, James J. Wells, Asistente del Fiscal General de la División del Crimen Organizado del Departamento de Justicia de los EE.UU., reclama a la periodista el grave error que puede cometer un profesional al incumplir sus normas éticas y evidencia también el poder de una publicación:

“Usted y yo sabemos que no podemos decirle que imprimir y que no imprimir, esperamos que la prensa actúe responsablemente, pero cuando no lo hace, no es mucho lo que podemos hacer, pero no podemos permitir que la gente filtre cosas para sus propios fines, no es legal, en los ojos de Dios es peor que eso.”

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